Llevaba tiempo viendo por internet fotos de este cheesecake o pastel de queso japonés y tenía muchas ganas de probarlo.
La receta la he sacado de El Comidista de El País, receta de Ana Vega de Biscayenne. No os voy a decir que es una receta fácil porque he leído muchos comentarios de gente a la que no le ha salido porque no le ha cuajado o porque se le ha tostado demasiado... No sé si fue la suerte del principiante, ocurre mucho cuando haces una receta por primera vez, pero a mí, siguiendo las instrucciones al pie de la letra, en la repostería hay que ser muy obediente, me salió perfecta de consistencia, aunque si le busco un fallo, que siempre lo hay, no me quedó tan infladita como en los vídeos de las tiendas de Osaka (Japón) que he visto... Bueno, no me enrollo más y voy con la receta por si queréis animaros a hacerla.
INGREDIENTES
250 grs. queso tipo Philadelphia
6 huevos
140 grs. azúcar glace
60 grs. mantequilla
100 ml. leche entera
60 grs. harina
20 grs. Maizena
ralladura de limón
1/4 cucharadita de crémor tártaro o un sobre de gaseosillas (en Mercadona las tienes)
Una pizca de sal
Opcional un puñado de pasas, yo no le puse.
Precalentamos el horno a 200º con calor arriba y abajo.
Preparamos un molde de 20 cm. preferiblemente de los que no se abren porque como tiene que ir sobre agua si no habría que forrar el molde por fuera. Engrasarlo y colocar un papel vegetal en el fondo.
Calentamos agua en una cazuela. Cuando esté caliente apagamos e introducimos un cazo más pequeño en el que echamos la mantequilla, el queso y vamos removiendo hasta que se mezclen en una crema homogénea. A continuación añadimos la 1/2 del azúcar (70 grs.) y removemos bien. Añadimos las yemas, que previamente hemos separado de las claras, y seguimos batiendo. Agregamos la sal y la ralladura de limón y sacamos del agua.
Batimos las claras hasta que esponjen y añadir el resto del azúcar, 70 grs. y el crémor tártaro o la gaseosilla. Seguir batiendo hasta que se formen picos blandos.
Tamizar la harina y la Maizena y añadir a la crema de queso y yemas.
Mezclar con movimientos envolventes con las claras a punto de nieve.
Verter en el molde engrasado e introducir en otro molde con agua que cubra un tercio del molde que tiene la masa. Introducir en el horno durante 18 min. y al terminar este tiempo bajamos el horno a 160º y lo dejamos otros 15 min. A continuación lo dejamos dentro del horno apagado media hora más y después con el horno un poco abierto lo mantenemos dentro durante al menos una hora más para que no se hunda.
Desmoldamos sobre un papel vegetal y a continuación le damos la vuelta.
Podemos dejarlo así o espolvorear con un poco de azúcar glace. Los blogs que he leído dicen que está mejor al día siguiente, no sé qué deciros, a mí el mismo día me supo súper rico. Lo podéis meter en la nevera y probarlo al día siguiente, pero seguro que no dura mucho!
Cuando la saquéis del horno, veréis que baila, que se bambolea, esa es la consistencia perfecta. Y es que este pastel japonés se parece más a un soufflé que a una tarta de queso. Y qué deciros de su sabor...indescriptible... Vamos, que tenéis que probarlo.
